Cajón deSastre: Oasis entre cemento

He publicado esto un día fuera de fin de semana (que es lo "habitual") porque es una entrada que no va dirigida al público, por así decirlo. Desde hace un tiempo tengo la costumbre de escribir algo una vez al día. Lo hago porque a veces necesito escribir pero no tengo tiempo ni ganas para extenderme demasiado. Iré publicando algunas de las que me gusten, no con afán de que digáis "ah, está bien" o "esto es un zurullo", lo hago simplemente para tenerlas guardadas en algún lugar y saber dónde están. ¿He dicho ya que soy muy despistada?

Aún así, aunque mi propósito principal no sea ese, cualquiera puede comentar (y os animo a hacerlo) o incluso continuar parte del escrito. Eso me haría mucha gracia :)

Para darle un poco de coherencia iré publicando de forma conjunta las que, a mi modo de ver, tengan más relación. Éstas primeras son historias de no-amor, de besos en trenes y de cómo desenamorarse.

I.

No la conocía.

No llevaba más de un minuto observándola hasta que ella se percató.

No tardaron más de dos segundos en clavarse los duros asientos del vagón en un beso salvaje.

Sólo las miradas. No pasó nada.

II.

Después de tanto tiempo juntos, se le olvidó cómo era quererlo.

Quedaron atrás las cosquillas graciosas de los primeros besos y los suspiros callados de caricias antes desconocidas.

Sentimientos vacíos, colchones fríos.

III.

Todas las historias de amor han sido escritas ya.

Sería absurdo escribir otra más y por eso mismo puedo escribir la nuestra. Nunca ha habido amor, dudo que nunca lo haya. Y no me importa una mierda. Ni siquiera somos amigos.

Simplemente me fascina ver como tu cuerpo baila perfectamente con el mío. Pones las  manos, la lengua y las sonrisas donde tienen que estar.

Pero de vuelta a casa, me olvido de todo eso. Para siempre. O hasta la próxima vez, lo que ocurra antes.

Eres oasis entre cemento.